Vestidos de graduación de última hora
- Eva Vilor
- 23 may 2017
- 3 Min. de lectura
¿El punto en común entre segundo de bachillerato y cuarto de carrera? La graduación, sin duda. Recuerdo empezar alguno de esos cursos, no llevar ni una semana y ya estar pensando en lo que iba a ponerme para la ceremonia: que si vestido, mono, largo, corto... Nos ponemos a ver cincuenta vídeos de YouTube, inspiraciones de Pinterest, los posts de nuestras blogueras favoritas en busca del traje perfecto. Sin embargo, empezamos a posponer y posponer, porque al fin y al cabo, aún quedan 8 meses. Y al final, no te habías dado cuenta pero te quedan dos semanas para graduarte, ¡y tú sin nada que ponerte!
Hoy os dejo algunas ideas de última hora para aquellas a las que os ha pillado el toro y/o no queréis gastaros una fortuna en un vestido de diseñador para la ocasión.
Como bien sabéis, yo no soy muy de gastar por gastar. Y creo que últimamente la tendencia sigue esta misma línea; nadie quiere gastarse 100€ en un vestido que te acabas poniendo 5 horas para luego coger polvo hasta la siguiente boda de tu prima tercera. De hecho, hoy vemos como la mayoría de los vestidos, incluso lo más arreglados, se combinan con un par de sandalias planas o las últimas zapatillas de moda para que a esa inversión (o no) puedas darle ese aire más casual y volver a ponértela para salir por la noche o ir al trabajo con ella. Y lo mismo ocurre al revés. Si lo recordáis, yo opté por un vestido bastante casual que decidí combinar con unos tacones trenzados por delante, un choker y un peinado bonito. A veces, los accesorios le dan un giro de 180º al propio vestido, así que no os preocupéis si no encontráis el vestido de gala que deberíais llevar, porque a veces, con poco se hace mucho.
(Mi vestido era de temporada, de Mango. Tacones de Primark y de choker usé un lazo negro)
Apuesta por las tendencias. Sé original. Atrévete. Solo nos graduamos un par de veces en la vida, y éste es el momento de lucirte un poco más. Este vestido de Zara me encantó por su estampado, muy en la línea de lo que la marca está haciendo ahora: bordados e inspiración oriental.
Si por el contrario no eres tan atrevida o no te gustan demasiado los estampados y eres más de lisos, lo que nunca falla es el mítico Little Black Dress, o los vestiditos negros de toda la vida. Es un básico en cada armario y un acierto en cada ocasión. Son tan versátiles que son facilísimos de adecuar a cada ocasión solo cambiando de calzado, bolso y joyas.
Estas son mis tres propuestas:
Los pantalones palazzo son una opción que me encantan. Tengo que decir que siempre he preferido los vestidos para estas ocasiones, pero desde hace un par de años los palazzo llevan pegando fuerte, estilizan muchísimo y son super elegantes. Y ya si además consigues el conjunto con la parte de arriba, apaga y vámonos. Combínalos con unos tacones originales o de un color llamativo para conseguir ese toque de color. De todas, mi propuesta favorita.
Con el buen tiempo también apetece algo más ligero y de color. Yo soy fan incondicional del encaje, a mis ojos representa todo lo más delicado, femenino y elegante. Todo este año hemos visto cómo se iban poniendo cada vez más de moda los vestidos de encaje que ponerse por encima de un top y unos vaqueros, una tendencia que ha llegado hasta a las camisetas. Como es normal, también llega a las graduaciones; y un look total red puede darle ese plus sexy para las más atrevidas.
Siguiendo en la línea de los vestidos largos, las dos propuestas que os traigo son quizás bastante similares. De hecho, recuerdo probarme para mi graduación vestidos muy parecidos a los que vais a ver. El color nude o crema me tiene enamorada, y es de lejos mi color favorito para un vestido largo y elegante junto con el clásico negro.
Para las más elegantes y las más boho:
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